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domingo, 23 de enero de 2011

Parásitos en los perros


Los parásitos intestinales  que pueden infectar a los perros tienen gran relevancia y una alta frecuencia. La posibilidad de transmitirlos a los humanos es un hecho, y además, aunque la mascota aparente estar saludable éstos afectan su bienestar de un modo diverso, que puede llegar a ser muy grave.
Las especies que pueden infectar a nuestra mascota, son muy variadas. Desde parásitos microscópicos a especies de mayor tamaño, como algunos gusanos, que a su vez pueden ser planos o redondos.
La vía de contaminación más frecuente es fecal- oral, al estar en contacto con heces de otros animales infectados. Pero también se pueden contagiar por pulgas, comer pequeños animales infectados como roedores o pájaros o por vía materna, en el parto o lactancia. Es importante recordar que aunque el perro no esté en un contacto muy directo con las heces de otro perro, en el césped o piso pueden quedar los elementos contaminantes.
El perro puede no presentar ningún síntoma. Sin embargo, si la infección es más importante, puede tener diarrea, vómitos, prurito anal (picazón), pérdida de peso (con o sin pérdida de apetito), alteraciones en su conducta, y si es muy cachorro el estado general del perro es notoriamente malo. En algunas infecciones también puede haber manifestaciones respiratorias.
Muchos de estos parásitos dañan seriamente la salud de los humanos.
La prevención es el arma fundamental. Para eso, el veterinario suele indicar un antiparasitario de amplio espectro (cubre la mayor cantidad posible de especies) que se debe dar con periodicidad al perro. Recordar que no es necesario comprobar la presencia del parásito, ya que el hacer un tratamiento preventivo no representa riesgos para la salud del perro, y nos ahorramos ese paso.
Consulte a su veterinario para que le indique medicamento, dosis y frecuencia con que debe darse.

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